Saturday, April 26, 2008
¿Tiene ACDC de jazz?
"Si usted ha visto aquel sombrío y bello film "El Tercer Hombre" recordará las amplias casas sonoras, las altas e incómodas salas convertidas en graneros por la marea menguante de riquezas pasadas, los anchos pasillos agrietados que sintetizaban el vienés viviendo en 1946. La gentes parecían estar acampando en museos semivacios.
En dicha época, ése raído esplendor era todo lo que podía verse de la Viena del siglo diecinueve, la Viena de la gracia, de la holganza, de la riqueza y ... del vals. Cuando la familia Strauss prácticamente regimentó la Viene musical con sus arcos de violín, en medio del siglo pasado, el baile, y en particular el vals, convertióse en una locura de tal vez mayores proporciones que todo lo que nosotros hemos visto en materia de modas musicales. Entonces, esas grandes mansiones estaban llenas de gente y de ricos ornamentos; los inmensos candelabros colgaban de lo alto, por encima de las cabezas de felices bailarines que seguían el 3/4 aparentemente para no detenerse más, en medio de una cálida incandescencia que ignoraba por completo el lado triste de la vida. Los decorados pueden haber sido muy ricos, pero la música proporcionada por los Strauss - padre y dos hijos- fue por cierto mucho más suntuosa. ¿Qué importaba si, bajo la pulida y brillante superficie de la vida vienesa, comenzaron ya los primeros inquietantes cambios sociales? ¿Qué importaba si algunas coplas políticas, sobre el aire del Danubio Azul, se diesen a importunar los oídos de esa dichosa gente? Hoy, todo ha pasado, pero la música perdura; la capa de azúcar demostró ser no sólo más bella, sino también más duradera que el pastel mismo.
El vals vienés fue un producto valiosísimo, y Montovani ha aportado la especial calidad de su orquesta para ilustrar los ejemplos que componen esta selección. Ya había grabado ante estos temas, pero esta vez les ha agregado una nueva sazón de brillo técnico que lo coloca a usted en medio de bailarines que giran en interminable torbellino. Usted vuelve a las Sofiensale, deslumbrado por los brillantes candelabros, las joyas, los vestidos, embriagado por la música. Strauss y sus músicos ya no están más, pero la Orquesta de Montovani, ayudada por una nueva grabación estereofónica, llena totalmente ese vacío".

Lo anterior quizás nunca lo podría haber escrito. Tuve suerte esta vez, para la próxima no la vuelvo a contar. Se me quedó el Vals de Strauss en el Unimarc y cuando corri de vuelta para buscarlos ya no estaba. Una de las señoras que trabaja ahí me lo guardo. Me dio mucha pena, sobretodo por el hecho de que ni siquiera es mio y no lo había escuchado. Extraviarlo, en realidad perderlo, mejor dicho olvidarlo me dio pena. En contraposición, mi felicidad al saber que la señora que pesa el pan me dice: si, yo lo guardé. Me tiré al suelo de felicidad. Fue como sacarme un gran peso de encima, en la mañana anduve por tiendas de antiguedades y después en Plaza Perú buscándolo y no lo encontré. Al final seguía en el Unimarc. Porque te quiero, Unimarc xD. Le voy a regalar una flor a la señora que me guardo el disco, se lo merece. El asunto es que este año me ha invadido una sensación de sobrevaloración a lo antiguo. O sea los trenes, los autos, los cachureos, las fotos, los zepellines, los ternos, los tocadiscos, los vinilos, los salones antiguos, los bailes, las supercherías, los silabarios, los dibujos, los pentagramas, las canciones. Entonces por ejemplo daría lo que fuera por ser el tipo que escribe las leyendas de los vinilos en la parte de atrás de la caratula. Pensar que mucha gente que espera aquellos discos, como una gran novedad, será feliz leyéndolo y de alguna manera contribuiré a algún sentimiento especial implícito en el texto. Que me encantaría por ejemplo, manejar uno de esos autos antiguos por una ciudad muy urbanizada y moderna, escuchando una canción de mazapán o Bach, acompañado de una mujer a la cual llamaría por su apellido cuando discuta con ella. La misma mujer con la que entro a un gran salón, y bailo un vals o un tango, o definitivamente un vals que no se pierde. Una mujer distinguida. Lo que no se compra con dinero, joyas ni bonitos vestidos. Mujer distinguida, asi como la pampita XD.
Y vuelvo a querer ser el tipo que escribe los textos de la carátula de los vinilos. Es como si me embargara el sentimiento lejano de vivir en otra época, una época más tranquila y llena de pausa, una época en donde quizás el amor es y no.
Me acuerdo que cuando iba en tercero pensaba en las mañanas de ida que a la vuelta podría ser 1911, y no sé porqué justo ese año. Pero era 1911. A veces también pensaba en 1925, creo que por la constitución o por estar a la moda de aquel tiempo. Pienso en 1934, en 1918, en 1955 y en 1962. En realidad el último sólo por el mundial. Pero en fin, creo que soy del milnovecientos y no del dosmil. Igual voy a poder bailar ese vals con la mujer distinguida, claro que si, eso ni la mujer distinguida lo podrá impedir. Aún cuando sea en otra época, y no en un gran salón precisamente. Ojalá sea miércoles o sábado por la tarde. A veces le pido mucho a la vida, pero otras sólo lo necesario para poder sonreir aunque sea ese momento.
Nada de que vuelvan los lentos hueón, que vuelvan los tocadiscos, los vals, los tangos, los autos antiguos y por favor, las mujeres distinguidas. Uuuh lo que dije.

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Thursday, April 17, 2008
Los Reencuentros
Pasa que esta semana una suerte de acción reiterativa me persigue. Me persigue porque de otra manera no me explico, que habiendo tanta gente en el mundo o en este mundo pequeño mundo, me toque ser espectador de una acción que en diferentes circunstancias se repite.
El fin de semana que recién pasó estuve en Santiaguillo, de aquí para allá y de allá para acá, lleno de compromisos y sin tiempo para nada. En mi casa ni estuve, y lo que estuve fue única y exclusivamente para dormir el domingo y jugar con mi hermana chica. La cosa es que me reencontré con personas que extraño mucho día a día, fue bueno haber podido compartir, ver que cada una está en lo suyo y que independiente del momento en el que estemos, hay algo superior por decirlo de alguna manera, que mantiene uniones distante-fraternas.

El asunto de fondo es que independiente como se logran, las distintas circunstancias y antecedentes en los que se generan, me encantan en sobremanera los reencuentros. Pertenecen a un sentimiento antónimo de lo que son las despedidas. Las que siempre hemos querido evitar pero que son tan fundamentales como abrir los ojos cuando despertamos.

Estaba en el cine el otro día en la antesala de "Acuérdate de Mi" y mientras conversábamos, adelante una señora pega un inmenso grito a un señor que avanzaba, este señor se da vuelta y veo su cara de felicidad. Una inmensa felicidad, ella se para y se abrazan. Se saludan, se preguntan por sus vidas, de sus hijos, de sus hermanos, de los demás del colegio. Muy copuchentamente me quedo en la conversación mientras me hablan al lado y sólo muevo la cabeza en un si inércico y sin sentido. Comienza la película, cuya trama de fondo es justa y coincidentemente reencontrarse con alguien que no ves hace mucho tiempo. Continuo.
Hoy jueves, entro en una librería en Freire a comprar una carpeta. Se demoran en atenderme. Hay gente esperando, vitrineo lápices bonitos y cuando por fin me atienden una señora al lado mio preguntando precios y con una lista de materiales en la mano es reconocida para su sorpresa por un señor que atiende ahi. Se llaman por el nombre de forma insegura, se alegran una enormidad, comienzan a hablar del colegio, de los años que no se ven y de sus vidas ya hace rato armadas. Por lo que copuchentamente escucho, estudiaban en un colegio nocturno para finalizar su cuarto medio y de ahi se conocen. Hablan de la vida de los que siguen viendo y pertenecen a su común conocimiento, ella le explica que compra materiales para su nieto que estudia construcción civil y él señor le dice que la librería es de su señora. Yo sonrío, y pienso que ya no es tanta coincidencia que me toque ser espectador de tales situaciones, hay algo de fondo. Pienso que tengo que escribirlo en el blog a la noche. Como ahora por ejemplo. Le digo a la señora que viene con las carpetas para elegir alguna que es increíble lo que me pasa. Se lo cuento como si se tratara de mi mamá o un desconocido/a en el metro. Ella me dice que el porqué quizás se deba a que me tocará reencontrarme con alguien muy importante. Pido un destacador y un par de lápices que me hacen falta, y pasa para mi suerte nuevamente que me entrega dos lápices idénticos, del mismo color, marca y lo que sea, perteneciente a etapas fuertes, marcadas y determinantes de mi vida adolescente. Miro a la vendedora, digo por la chucha, estos lápices. Me pregunta si pasa algo. Le digo que los lápices me recuerdan personas. Amores concluye ella, y sólo asiento con la cabeza como por inercia y con sentido. Que más le puedo decir. Pago, me despido y olvido el tema.

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posted by Voknahelio at 9:44 PM | Permalink | 3 comments
Thursday, April 10, 2008
En la platea alta de tu show
Suena extraño pero no echo de menos ni un cuarto de pizca de sal Santiago. Puede sonar hasta indolente e ingrato, pero tampoco echo de menos a mi familia. Extraño más a mi hermana chica y el hecho de saber que me perderé sus primeras frases bien dichas. Igual si o si tengo que ir este fin de semana. Ha sido un mes de trascendencia casi absoluta. De tener que contarte muchas cosas. Es bakán sentirse libre, no tener que escuchar retos por tu pieza desordenada, cocinarte solo, lo que quieras el día que quieras y a la hora que quieras, vivir cerca del centro y de la universidad, el pan de molde con paté de jamón y que a mi futura ex novia le encante mi sentido del humor.
Ojalá supiera el porqué de que me guste tanto la lluvia, los días fríos y nublados y esa medianía entre el viento y la lluvia casi imperceptible de te acaricia la cara. Es la segunda vez que llueve en menos de una semana y dicen que hay sequía. You aren't the best thing that I have had you are far away to be that, una pieza del antiromanticismo. Había que ponerle nombre cariño, claro que si, le pusimos ponceo contemporáneo.

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posted by Voknahelio at 4:09 PM | Permalink | 3 comments