Thursday, May 03, 2007
Daltonismo
Lo primero que le pido, señor lector (1) , es que no vaya a pensar que con tan ocurrente título hablaré de la filosofía de un tal John científicamente comprobado en otro pretérito, uno de seguro no muy perfecto. Pues tendrá que saber usted, que para hablar de elementos sin división primero hay que saber dividir y leer algunos tomos ilustrados.
Ahora que estamos claros en un principio, y mientras progresivamente nos acercamos al fin indefinido, estimamos conveniente apagar el monitor de su pc o notebook o palm u homóplato.
Uno camina las mismas calles todos los días sin darse cuenta a veces, otras veces se da cuenta que las misma calles que camina si bien son iguales a la del día anterior, en el fondo no lo son y que cada día trae en si: un elemento diferente. La genética mendeliana no pensó en las leyes y normas del tránsito, y mucho menos en el urbanismo como filosofía de vida imperante.
Leon Bloy me diría que la culpa es de los burguses sin siquiera haberme dejado saludarlo antes.
Imaginemos que de pronto pasan unos conquistadores en sus caballos por las autopistas concesionadas con un tag pegado en el cuello, y que se detienen en cada luz roja y luego de explayar un trémulo de bonitas palabras al individuo más próximo la luz verde hace su aparición y estos avanzan a una determinada velocidad (sin una gota de alcohol en el cuerpo claro) y que de pronto se les sale una herradura y hasta ahí llegó el asunto. Llamamos al fono emergencia de la concesionada y nos trasladan a una vulcanización para caballos coloniales, y todo arreglado.
Podemos seguir soñando una vida urbana-rural, y mientras ello ocurre no olvidemos el mirar hacia los dos lados antes de cruzar al otro. Porque aunque usted no lo crea, algunas calles unidireccionales cuentan en sus pavimentos con algunos más que imprudentes conductores que de vez en vez hacen de las suyas quebrantando toda norma transitoria de sentido común.

Obviamente que cuando las callecitas tienen ambos sentidos transitándose, lo recién mencionado está demás y sólo forma parte de un par de palabras para tratar de ataviar este punto geográfico de la informática desconocida.

La ciencia de estos artefactos es jugar con la incredulidad creyente de las personas, decirte que por cosas de la óptica asoleada tu color de piel es un poco diferente al de una abeja. La idea es que apretes el botoncito durante el resto de tus días mortales y sólo puedas ver una luz roja que se enciende y te dice que por favor esperes una verde. Suena contradictorio ¿Cierto?
Pero he ahí la idea principal del artefacto poco compredido, por no decir incomprendido en totalidad, pues su función en esta vida urbana es tan o más necesaria como para algunas personas resulta ser la televisión. Y por favor que suenan fuertes estas palabras, pero creame que sonarían más fuertes si usted las gritara a viva voz.
Yo no tenía idea para qué servían, sin embargo todavía no lo sé con exactitud. Pero en esas conclusiones ociosas que uno saca caminando por la calle con un par de audifonos sonando a la deriva, resultó que pensé (sano ejercicio) lo siguiente:
" ¿Para qué chucha servirán estas cuestiones? está claro que es una especie de mitad burla-prevención y viceversa para los peatones. Pero tengamos en cuenta que uno inevitablemente, sabiendo que en el fondo aprete y aprete el botoncito tendrá que esperar igual para cruzar, y no se puede dejar de hueviar con el susodicho artefacto.
Y mientras eso ocurre, ciertos días, cuando las personas andan extremadamente desprevenidas y cruzan la calle sin mirar si quiera hacia el frente, paff.

Relación lógica:
Homo Sapiens apretar botoncitos = no cruzar aceleradamente y ser atropellado.



¿Cuántos atropellos habrán sido evitados gracias a esto? Es algo que nunca sabremos con exactitud, aunque institutos se dediquen a realizar exhaustivas estadísticas del asunto.
Como dice uno de los versos de Don Nicanor: "quien vive aceleradamente, muere aceleradamente". Y vaya que sale cara la multa en aquellos excesos.
Así que ciudadano del siglo XXI, tranquilo, no os preocupeis, que si quereis podeis llegar tarde a tus labores habituales y el mundo contemporáneo hará la pausa para esperarte, aunque sea un momentico mi vida.


(1) Al decir señor lector, por favor que se entienda que se involucran tanto hombres como mujeres y demases existencias dentro de la unión de ambas palabras.

Labels:

 
posted by Voknahelio at 9:43 PM | Permalink |


3 Comments:


At 6:51 PM, Blogger frodita

Tuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!

Sebastian Ignacio Millar!!!!




Crei que habias desaparecido de la blogosfera, pero me sorprendes y hasta me posteas, como se nota que eres ñoño con mayuscula, y no uso tildes, y ahora es como verde tu blog, es que tu eres verde si me pongo un papel de esos en los lentes, y ahora tienes verificacion de palabra, y yo tengo una foto con esas cositas de las calles en mi flickr, y power point por excel y mac da un conjunto de wachuleru elevado a cinco mil por tres pio ñoño ciencias politicas profesor gamboa historia del derecho ayudantes filosofia (de la) moral y aristoteles masticando chicle de menta

 

At 8:29 AM, Blogger Incógnito

Hola.

Ha ocurrido algo raro con tu blog, o con la firma voknahelio, paténtala luego hombre.

Sañudos, espero que estes bien

 

At 9:59 AM, Anonymous Anonymous

hace tiempo que no canto aquí, no creo que me pueda decidir (8)

Cada día estás escribiendo mejor..

me pregunto a dónde serás capaz de llegar..

(: