Tuesday, May 05, 2009
¿Contenta? ¬¬
Al parecer sigues siendo la misma, aunque ahora mujer y no niñita, caprichosa. No entiendo el sentido de tener que publicar la carta en el blog y después más encima enviártela siguiendo tus obsesivas instrucciones de profesora solterona empedernida. De todos modos la transcribiré al blog cuando se me de la gana. .
Espero que nunca descubran la buena droga que lleva esto en la aduana, la maldad que hicimos en paseo Bulnes o los besos que nos dimos en tu cumpleaños. Te advierto desde ya, que el día que pase por Nantes me recibas soltera o con la clara intención de cometer una infidelidad. Con la certeza de cometer la infidelidad.

Cuando iba en Los Héroes miré hacia el costado de las herramientas de emergencia, y estabas ahí, aún cuando habíamos acordado Moneda. De inmediato supe que no era casualidad, y que esperabas que cuando pasara por ahí te viera. Y suena curioso, pues generalmente tomo micro, y evito todo lo posible usar el metro. Incluso ahora que ya no vivo en Santiago. Y es que no sé si estas cosas las haces para sentirte mejor, o es tu ego tratando de darle un toque entretenido a una historia que tengo que escribir. El asunto es que en esa vuelta hueona, pasaron por mi mente casi tres años de muchas cosas que pasé antes de volverte a ver. Y nos volvemos a encontrar en el mismo lugar de siempre, como dos perfectos desconocidos que a la distancia y en el silencio mutuo han sabido conocerse más de lo que ellos mismos podrían imaginar. Jamás me esperé que corrieras hacia mí de esa forma tan efusiva. Si después te hice sentir mal al correr la cara, no fue a propósito. Fue orgullo. Ya no soy ese niñito que alguna vez conociste.

La última vez que estuvimos frente a frente, no me fíe en tus palabras de nunca más volvernos a ver. De hecho un par de veces te visualicé a lo lejos en el centro y una vez en el patio de comidas de Bandera. Y sé que tu igual me viste por alguna parte, de hecho por lo menos sé que fue en el patio de comidas y en tu mente creías que jamás te vería por la cantidad de gente que había a esa hora. También sé que muchas veces pensaste en llamarme y pedirme que nos juntáramos, pero no podías ser tan inconsecuente a tu propia propuesta. O mejor dicho, determinación. Sé además que le preguntabas por mí a un tipo del Lastarria que era novio de una de tus amigas, y que un día por esas cosas de los electivos se me acercó y empezamos a hablar y me preguntó de la nada si estaba pololeando. Siempre supe que detrás de eso estabas tú involucrada.
Siempre me pregunté si todos esos gestos tácitos de buscarme iban a traerte de regreso, por lo menos antes de que te fueras definitivamente a Francia. No sabes las muchas veces que soñé con que volvieras, con ir a la gala contigo o por lo menos de que fueras a verme actuar a alguna obra. El día que leí lo que me dejaste en el blog me hiciste llorar un poco, pero no fue un llanto de pena ni menos de alegría, fue como un llanto desesperado porque en ese entonces entre tantas cosas que me pasaban, sentía que tu presencia era como un fantasma y es que comenzaba a sentir algo muy fuerte nuevamente por alguien. Y si bien aquello nunca se concretó, nunca me arrepentí por las cosas que sentí por esa mujer, y aunque me costó superarlo tanto como lo que me pasó contigo, ella dejó en mi cosas muy bonitas y por eso la recuerdo a menudo. Y sé que te debes morir por saber y de tenerme en frente me preguntarías quién significó más, y la verdad es que tendrías que emborracharme primero para que te contestara esa pregunta.
Y con whisky por favor.
Siempre concluyo que las cosas indefectiblemente tenían que darse de esa manera, la gente que conocí después de ti, todo lo que viví a partir de conocerte, fue una revolución. Una de las tantas que hay y habrá en mí. Aún cuando lo anhelaba, no esperaba que de verdad fueras a verme a la obra, fuiste y por esas cosas la niña de la que te hablaba recién estuvo el mismo día que tú, lo que es terriblemente paradójico, estrambótico y descontextualizado. Más que eso, porque resulta que las mujeres que me habían hecho sentir amor o algo parecido a ello en esa época, estuvieran a metros y en uno de los momento más trascendentes de mi vida. Y cuando lo pienso, valoro aún más todas las cosas que me han tocado vivir, y apreciar, darme cuenta, percibir que estoy lleno de gestos sublimes, de coincidencias inevitables y de decisiones que aun cuando parezcan muy infundadas llevan a algo que siempre me gusta pensar que es mejor.
Aprovecho de agradecerte aquí que hayas ido, y que seas parte de ese momento y que alimentes los recuerdos que algún día tendré que revivir en palabras dirigidas a una historia. Una de tantas. Y tienes razón cuando me dices que soy enigmático, que siempre tengo muchas cosas escondidas y que nunca dejaré de ser impredecible, y por favor pido siempre ser así. Soy bien tránsfuga, lo sé. Es parte de mi esencia.
Bueno, después de cosas extrañas y cuarto medio y que se yo vino esa mujer mayor de la que te conté. Decir mayor es como vieja de cuarenta xD pero no, me ganaba por seis años, y digamos que aprendí mucho de muchas cosas, sobretodo de eso. Digamos que con ella adelanté ramos. Suena bonito decirlo así. Pero no sólo significó eso claro, pude ayudarla en muchas cosas que la atormentaban, por unos días me convertí en su psicólogo y en esas terapias que tenían francamente de todo, entre películas, discos, risas, pedazos de pizzas y anécdotas ambos nos dimos cuenta que la vida tiene sentido y mucho sentido, y que hay que seguir luchando por esos sueños que se hacen realidad cuando uno pone todo de su parte para realizarlos. De hecho hasta me di el lujo de ganar un karaoke con ella un catorce de febrero en Valparaíso.Y luego vino Concepción, y ahí si que todo cambia más que radicalmente. Es como que mi vida se replantea totalmente, todo lo que antes fui lo dejo en el pasado, me llevo lo mejor en la maleta y parto a todas esas cosas que me llevan a cada lugar y a cada persona. Y pienso que fue una gran decisión, y sé que algún día lo veré con otros ojos y lo valoraré mucho más que hoy. Mi carrera me gusta mucho, hace que pueda plantearme muchas cosas por realizar en el futuro, y estoy dispuesto a hacer todo el sacrificio que exija realizarlas. Que importan las noches que no se duermen si los días que se viven los superan para siempre (esa frase la voy a patentar).
Y entre mucho que estudiar, y lo que este año tendré que estudiar, y los que vienen y así sucesivamente. Porque pretendo nunca dejar de estudiar, la verdad que es que me gusta mucho. Nunca tanto como las mujeres claro.
Lo conseguiste. Lo acepto. Soy mujeriego, pero también enamoradizo. Y tienes que saber que siempre busco hacer el bien y evitar el daño, siempre rescato lo positivo y en cada mujer dejo algo bueno, es difícil que alguien te vaya a responder lo contrario. ¿O volviste a mí por qué te traté mal? Imposible diría yo, aún cuando las cosas terminasen así. Aunque en realidad siempre prefiero pensar que las cosas entre nosotros nunca terminaran definitivamente. El asunto es que con el tiempo me he vuelto lo bastante pragmático. Digamos que levemente me he acostumbrado a manipular las situaciones y hacer que la gente no sufra demasiado. De un tiempo a esta parte he preferido evitar los sufrimientos y concentrarme más en lo que tengo que hacer. Lo demás llegará solo en parte, la otra viene por lo que trate de conseguir de las cosas.Tengo ganas de volver en el pasado y que me beses por primera vez, te va a sorprender, pero mi primer beso en la vida, de lo que se llama beso, me lo diste tú. Ultrajaste y abusaste de este pobre muchacho ingenuo. Igual te lo iba a dar yo, pero te me adelantaste =P

Ahora, con respecto a tus lamentos y cosas sin sentido, deja ya las cosas como fueron y no trates de buscar excusas, deja de justificar tu actitud y mejor reconoce tus errores, pero para ti. Al menos por mi no te preocupes, nunca te he pedido explicaciones y a esta altura si que son innecesarias. Siempre me voy a quedar con los poemas que nos leímos, los versos que nos dedicamos, las canciones, los días de cimarra que vivimos intensamente, con mis retos para que dejaras de fumar tanto, nuestros encuentros fugaces y tus invitaciones a quien sabe donde. Con nuestros caminos inventados al azar, la ruta que construimos por un Santiago de mitad de década que nos soñaba, con ese extraño sentimiento que me gusta pensar que se llama amor, el cual muchas veces me hiciste sentir, con lo infinito que me sentí cuando me dijiste tantas cosas bonitas ese diecisiete de septiembre, y así tantas cosas que enumerarlas hace que se dispersen aún más.
Volver a caminar las mismas calles y recorrer los mismos lugares contigo es algo que no puedo expresar con palabras, me cuesta encontrar si quiera un punto. Que cruces el Atlántico para verme, es lo mínimo.

Sé que han pasado muchas cosas desde entonces, nuestras vidas son totalmente distintas y aunque mantenemos las mismas cosas en común es imposible, determinantemente no. Aun cuando volviéramos a vivir cerca, creo que es mejor dejarlo como fue. Si algún día se dan las condiciones, el primero en buscarte seré yo. Es mejor que no nos hagamos ilusiones, y si bien es una tremenda contradicción de mi forma de ver la vida, prefiero verlo como algo imposible. Es mejor ser sincero. No te voy a decir una cosa por otra, me agrada esto de vernos cada cierto tiempo, y vivir el momento. Estamos más cerca de ser buenos amantes que cualquier otra cosa. Así es la vida, amor. Siempre serás la primera, y sé que es eso lo que quieres leer en esta carta, puedes estar feliz. Siempre será así. Te lo dije en el puente hace un rato, mientras pasaba el metro y tú te hacías la sorda. Por eso después fui yo el que te besó y te agarro el trasero, fue mi forma de decirte que no existen rencores ni cosas por el estilo, todo en buena onda y me alegra haberte visto. Puedes estar segurísima que este tipo te recordará con cariño mientras pueda, y que nunca se olvidará que hubo una A que lo hizo crecer para siempre, el comienzo de ese abecedario lleno de personas, ciudades, libros, canciones y cosas del mundo real y ficticio. Te quiero mucho Ale, y te mando un beso tierno y un cariño en el pelo para todos los días en los que sientas que me quieres cerca de ti, eres otras de las personas que se ganaron la excepcionalidad de que nunca las deje sola, aún cuando esté lejos de ellas. Y aunque pasen los años, y la vida siga avanzando o retrocediendo, tienes que saber que siempre estaré, que vivir es lo mejor que hay y las palabras siempre serán nuestro refugio. Muchos saludos para tu familia, y para guardián que debe estar grande ya. Me alegro que lo alimentes bien y lo hayas sabido educar, dile que su padre algún día lo irá a visitar. Otra pensión alimenticia más. Ah y por favor, que no estudie Derecho.


Sebastian Millar Santelices, Santiago 8 de enero de 2009.

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