Tuesday, July 17, 2007
Blood con sonido
Hoy doné sangre. Obviamente fue la primera vez, porque hace un poco más de una semana que recién cumplí dieciocho. Lo que viene a ser, un requisito después de la voluntad. Y fue raro, extraño, nuevo, jeringoso.
En la mañana por cosas del destino interestelar me quedé dormido, y en la acción de darse cuenta de la hora que era y de dónde estaban las zapatillas, recibí un touch de inspiración que descargué en una troncal de camino al liceo. ¡¿ De camino al liceo en vacaciones?! Si, ¡Gru-po De Tea-tro Las-ta-rria! y entre terminar la pauta de la obra infantil que se viene y reirse de puras leseras todo ese rato en el que se supone que trabaja la creatividad y la coordinación de las ideas tuyas y de tus compañeros en pro de un objetivo, me moría de sueño. Bueno para que vamos a decir que me moría, nunca tan fatalista. Pero me moría de sueño y necesitaba consumir algo que no fueran rocklets. Entonces después de almorzar y dejar la pauta del guión lista, y en esos momentos en que la gente se despide, un amigo mencionó que necesitaba un donativo de sangre para su madre. En ese momento me acordé que tenía dieciocho años (es que a veces se me olvida) e inmediatamente y sin pensar mucho dije: yo voy. A lo que luego se sumó otra persona, la que finalmente quedaría rechazada por no cumplir con los requisitos de salud, en fin.
Fue así como con varios compañeros más del grupo nos dirigimos al Hospital San José. Después de identificarse y dar los datos pertinentes solicitados me llamaron para la muestra diagnóstico, tomarme la presión y pesarme. Mientras me pinchaban el dedo, en algo similar al test de la glucosa, de fondo sonaba imagine de John Lennon. Al escuchar la canción me sentía extraño, ya fuera por la canción o porque era la primera vez que estaba en un banco de sangre. Y pensar que en esos bancos igual hay intereses de por medio. El asunto es que después de todo eso, y esperar un rato me llamó la tecnóloga médica. No me acuerdo del nombre, pero si del apellido: Urzúa. Me empezó a explicar en lo que consistía el donativo de sangre, el método mismo, las no-consecuencias y después de la charla técnica me las cantó claritas. Algo parecido a un sermón de preguntas, muy rápidas y donde contestas en una acción automática de si o no. ¿Ha tenido hepatitis los últimos 100 años? ¿su perro tiene nombre de perro? ¿ Tiene parientes directos en Canadá? ¿Ha tenido relaciones sexuales con una persona de su mismo sexo los últimos 12 meses? ¿ Se considera un anélido en su vida familiar? ¿ Ha consumido cocaína los últimas días? ¿Está en contra del Transantiago? ¿Se ha muerto alguna vez antes de donar sangre? ¿A viajado fuera del país los últimos 3 años? ¿Tiene conexión inalámbrica a internet? ¿Sabía usted que cada vez que usted abre google muere un gato en el mundo? ¿Ha bailado el baile del koala? ¿Sabía usted que cada gato que muere en el mundo es una entrada a google? ¿está sentado? ¿ha consumido algún tipo de medicamento los últimos días? ¿Ha sentido que su existencia no tiene sentido? ¿A soñado alguna vez que es un astronauta y que recibe el premio Nobel de la paz por erradicar la pobreza en África y ganarse la lotería en un país caribeño? y después de muchas preguntas parecidas a esas me preguntaron ¿quiere donar sangre? ¿se siente colapsado cierto?
Que bueno que era tecnóloga, a la hora que era tecnólogo le devolvía todas las preguntas con el doble de dificultad. Cosa de que terminara desangrandose él.
El asunto es que después del último sí, me hicieron ingresar al mismo lugar donde me habían pinchado el dedo y me senté y me recosté en un sillón súper cómodo. Llegó otro compañero para mi sorpresa, y mientras sonaba en la radio The Scientist de Coldplay trataban de localizar el punto donde me pincharían para proceder a la toma, de sangre. Fueron aproximadamente 450CC, equivalente a una cachantún o una bebida de la CCU. Una cosa poca digamos.
Es raro ver como tu sangre pasa por una manguera de plástico y una maquinita la va contando. Aunque más raro es ver y comprobar que la sangre efectivamente es roja. Y yo que pensaba que la tenía verde como un saibaiman. Cuando terminaba el proceso en la radio sonaba Everybody Hurts de REM. Digamos que fue una donación de sangre bien melómana y ad-hoc a las circunstancias y las canciones de fondo justamente eran de mi playlist de canciones favoritas de la vida. La coincidencia.




Asi que si usted tiene más de dieciocho años y cumple con los requisitos para donar sangre, hágalo, pues ayudará a alguien y podrá morir al día siguiente. No sea cobarde, no le tenga miedo a la muerte.

hahahahaha (risas de televisión)
jahsjasnlkansñasla (risas en vietnamita traducidas)
_____________ (risas de sordomudo)
jajajajajajajajajajaja (me rio de un chiste fome)

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posted by Voknahelio at 10:12 PM | Permalink | 6 comments
Monday, July 02, 2007
Fútbol (1)
- Loco, los brasileños son terrible malos.
- La dura, son terrible cuñufla. Menos mal que después ganó la Sub 20.


En la tarde cuando veía el partido mientras en mi casa se celebraba el cumpleaños de mi hermana chica y los cabeza de pelota no nos despegábamos del dogma electro y doméstico, no pude evitar acordarme de ese domingo del noventa y ocho en que con mi cara pintada de casata tricolor patriota, una estrella en la pupila y una bandera en la espalda esperaba con tanta ilusión el duelo de octavos de final contra los brasileiros. En ese partido los brasileños nos metieron la pelota por donde mejor se acomodaba y ni el gol del honor fue suficiente para sentirnos un poquito mejor. El porqué de que no se le ganó a Italia y Austria nos empatara en los últimos minutos. Que el pelao archirecontratrillado tenía la culpa o que simplemente Brasil es Brasil y se acabó. Pero hoy hueón, hoy, Brasil jugó como la verborrea de un tartamudo. Y más encima la estadistica lo único que te dice es que en los últimos diez minutos te doblegan como diciendo permiso que voy apurado. Con todo respeto, pero si usted es brasileño mátese. Que si hay algo que logra templarme el carácter y me hace putear hasta mi perro, eso es el fútbol.
Me da rabia el pesimismo de la gente. Porque cuando la cosa funciona están ahí y cuando está mal dicen: "mejor que se dediquen a otra cosa", "son terrible malos, van a quedar eliminados altiro". Y para colmo, después le echan la culpa una y cien veces al entrenador, al árbitro y al pasto sintético. Aquí todos tienen un poquito de culpa, partiendo por nosotros los hinchas. Si los hueones comienzan a creer en la selección con pesimismo es porque ya estamos mal. Si queremos empezar a ganar primero hay que cambiar la mentalidad de la gente, porque eso, eso si que es relevante. Y no un técnico o árbitro de turno. Para ganar hay que asumir que no somos los mejores, pero que sin embargo, tenemos la capacidad y el corazón para doblegar y no sucumbir ante el enemigo. Hay que ser monje, guerrero y fakir.

No le pidamos a los jugadores y al entrenador algo que ni nosotros mismos creemos.


- Chile va a ganar loco, va a ser campeón del mundo y de la copa américa y de la copa gato. Y si no gana nah, güeno, le echamos la culpa a Dios por hacernos malos pa la pelota y listo.


Y no escribo ni una hueá más porque me enojé.

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posted by Voknahelio at 12:20 AM | Permalink | 7 comments