Friday, May 21, 2010
A fines de abril escribí
Sé que hoy de puras habladurías decidí mi suerte para el tiempo pretérito. Que pensé de vuelta, sin tomar en cuenta la ida. Que me propuse echar a volar toda la creatividad contenida hace tiempo y volverla a vivir en mis ratos libres, cuando la pausa me haga un guiño explícito o la pasión me invite a dar un paseo. Cuando ya caídas las horas no encuentre otro refugio que una página en blanco que en un abrir y cerrar de ojos adquiere color, forma y literatura.
Puedes estrechar todos tus sueños una tarde y hacerlos realidad de forma imprevista, o puedes trabajar día a día por tantas cosas supeditadas a múltiples alternativas y ver como cada una de ellas, llegan a su debido momento.
A fin de cuentas, pocas cosas nos amarran de verdad. Pueden sonar las alarmas de todos los despertadores dos kilómetros a la redonda y si lo deseo, hacer como si no sonara nada, seguir durmiendo y luego levantarme a tocar una canción significativa. O puedo estudiar hasta las dos o tres de la madrugada, en silencio, no distraerme en desvarío demasiado tiempo y por fin dormir instantáneamente. Por la mañana ducharme, tomar desayuno y partir a la municipal a estudiar nuevamente. Mientras tanto voy leyendo cualquier cosa, una idea viene sin advertencia y antes de que vuele el deber de plasmarla se concreta en los indicios de un comienzo, desarrollo o final desmesurado. En el intervalo leer los diarios, comprobar la dificultad de unpuzzle - ya a esa altura resuelto- con un rostro que seguramente no reconoceré, ni aquel sinónimo evidente que no atinaría a completar. Puedo gastar un minuto en pensar un tema de contingencia, y en el fondo invierto crítica y obtengo respuestas claras. En el diminuto instante imaginar su presencia en la otra silla, y sólo limitarme a esperar a que llegue cualquier día.
 
posted by Voknahelio at 4:29 PM | Permalink |


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