- La dura, son terrible cuñufla. Menos mal que después ganó la Sub 20.
En la tarde cuando veía el partido mientras en mi casa se celebraba el cumpleaños de mi hermana chica y los cabeza de pelota no nos despegábamos del dogma electro y doméstico, no pude evitar acordarme de ese domingo del noventa y ocho en que con mi cara pintada de casata tricolor patriota, una estrella en la pupila y una bandera en la espalda esperaba con tanta ilusión el duelo de octavos de final contra los brasileiros. En ese partido los brasileños nos metieron la pelota por donde mejor se acomodaba y ni el gol del honor fue suficiente para sentirnos un poquito mejor. El porqué de que no se le ganó a Italia y Austria nos empatara en los últimos minutos. Que el pelao archirecontratrillado tenía la culpa o que simplemente Brasil es Brasil y se acabó. Pero hoy hueón, hoy, Brasil jugó como la verborrea de un tartamudo. Y más encima la estadistica lo único que te dice es que en los últimos diez minutos te doblegan como diciendo permiso que voy apurado. Con todo respeto, pero si usted es brasileño mátese. Que si hay algo que logra templarme el carácter y me hace putear hasta mi perro, eso es el fútbol.
Me da rabia el pesimismo de la gente. Porque cuando la cosa funciona están ahí y cuando está mal dicen: "mejor que se dediquen a otra cosa", "son terrible malos, van a quedar eliminados altiro". Y para colmo, después le echan la culpa una y cien veces al entrenador, al árbitro y al pasto sintético. Aquí todos tienen un poquito de culpa, partiendo por nosotros los hinchas. Si los hueones comienzan a creer en la selección con pesimismo es porque ya estamos mal. Si queremos empezar a ganar primero hay que cambiar la mentalidad de la gente, porque eso, eso si que es relevante. Y no un técnico o árbitro de turno. Para ganar hay que asumir que no somos los mejores, pero que sin embargo, tenemos la capacidad y el corazón para doblegar y no sucumbir ante el enemigo. Hay que ser monje, guerrero y fakir.
No le pidamos a los jugadores y al entrenador algo que ni nosotros mismos creemos.
- Chile va a ganar loco, va a ser campeón del mundo y de la copa américa y de la copa gato. Y si no gana nah, güeno, le echamos la culpa a Dios por hacernos malos pa la pelota y listo.
Y no escribo ni una hueá más porque me enojé.
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Yo odio a la Selección desde que sacaban las teleseries y monitos animados para dar los partidos.
Y hace años que espero que se reivindique, que me demuestre que perderme lo que era "todo" para mí cuando niña valía la pena.