Acá llueve bonito. Iba caminando y empezó a correr mucho viento, la chaqueta se me abrio y la bufanda se deshizo del cuello (eso suena como la bufanda me descogotellizó xD) y todo eso acoplado a la canción que venía escuchando hizo que el momento se volviera mágico, y si más encima le agregamos la pareja de abuelitos que venian caminando bajo un paraguas, creo que podría concluir que me dio pena. Aunque es raro, porque el momento no me hizo sentir ni pensarlo. ¿Se puede pensar la pena? el asunto es que hay veces en las que camino pensando en que no tengo que tenerla, por lo menos de eso no hay dudas. La manera de manejar las emociones se vuelve tan racional. Pasa lo mismo con los sentimientos. No es posible que despierte pensando en "no te debes enamorar de ella" como si el amor se tratara de un deber o de un mandamiento de la Iglesia y su uno por ciento.
El hecho de que el momento fuera mágico, resulta una sumatoria de muchas imágenes de momentos que quedaron en mi memoria y asociativamente se vuelven dependientes. Hace un par de semanas, una noche caminando pasé por fuera de una cafetería, por una extraña razón con un paso extremadamente lento, y dos abuelitos tomados de las manos se decían algo, quién sabe si malo o bueno, pero definitivamente la expresión de sus caritas decía que era algo bueno.
Entonces pienso eso. Que quiero envejecer junto a mi mujer. Ojalá que con la mujer de mi vida. Pero como sea, de la manera que sea, que sea feliz. Muchos hijos, una gran casa, y delegándole el poder de la mafia a uno de mis hijos. Pero escribiendo en serio, quiero caminar a esa edad por la calle un sábado por la tarde bajo una lluvia bonita y entrar a una cafeteria, con la plena seguridad de que todavía tenga cosas que decirle a esa mujer, que las palabras nunca se me acaben, y que sean tan auténticas como esos ojos que me miran, y esas canas que son una explosión exquisita de años que valieron la pena. Y que aunque el amor con el tiempo se marchite, como tantas otras cosas, siga vivo aquel, después de haber resistido los ataques de todos los ejércitos del mundo pero con una razón, sentimiento, circunstancia, exégesis y lo que sea, se enarbole sobre las fronteras y nos sonria el alma. Hay cosas por las que me gusta creerle a la vida. Definitivamente si. :D
Saturday, May 17, 2008
También le creo a la vida
posted by Voknahelio at 6:24 PM
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3 Comments:
precioso poema,
rezongón y apasionado.
final contundente
que me desprende sonrisita
de medio costado.
el pelado golondrino
deja un abrazo
y un poco de brisa
fresca
At 9:51 AM, Ediciones ::: 512
te dejo link de dos blogs con poesías y demáses que te pueden gustar: www.quinientosdoce.blogspot.com y www.brezniev.blogspot.com
Es injusto, yo también quiero pasar el resto de mi vida con mi hombre, pero suena mucho más lindo decir "mi mujer".
Aunque me da un poco de miedo envejecer, y pánico tener hijos.